Cerca de la muerte
Día 3-12-03
Fase del día: Noche
Meteorología : Helada
Meteorología anímica: Bien
Escuchando: De fondo el Madrid-Atleti
Hoy he pensado en algo que nunca se me había pasado por la cabeza: ¿en qué momento de mi vida he estado más cerca de mi muerte? Lo dudo porque no es que haya tenido una vida repleta de peligros o emociones fuertes. Nunca me he roto nada, y sólo me han operado de apendicitis y hernia cuando apenas tenía 5 años... ah, y el quiste que me quitaron del brazo... El caso es que me he parado a pensarlo y no he llegado a nada claro. Porque hay momentos en los que eres consciente de estar más o menos cerca de la muerte por estar expuesto a algún peligro: cerca del andén del tren, estar al volante de un coche, coger un avión,... en definitiva, que aumente el campo probabilísitico de lo fatal. Pero también existen otros momentos en los que no eres consciente, pero te puede ocurrir algo sin que tú te lo guises ni te lo comas, como alguna disfunción no prevista en tu organismo, un terremoto o que te ponga ETA una bomba... Se me ocurren infinidad de motivos en ambos casos. Pero como digo, mi vida no se ha caracterizado por ser un cúmulo de emociones ni situaciones peligrosas para mi vida. Pese a ello, he pensado en el día que se me cruzó la vaca cuando llevaba mi entonces flamante R-11 a 110 por una carretera convencional de noche y acabé en la cuneta. O cuando me caí de aquel columpio de cabeza y terminé con aquella herida tan fea... en el brazo. Y poco más.
Lo que es innegable es que la vida va inexorable hacia un único final: la muerte. ¿Más tarde o más temprano? Quien sabe. Lo único que puedo decir es que me sigue dando vueltas el tema en la cabeza, y más aún mientras paro de escribir para apurar lo poco que queda del cigarrillo, al cual miro, en esta ocasión más que nunca, como un enemigo a batir... Preferiía que mi camino fuera lo más largo posible, pero hay cosas que te hacen apretar el paso hacia ese destino, y el tabaco es una de ellas...
Fase del día: Noche
Meteorología : Helada
Meteorología anímica: Bien
Escuchando: De fondo el Madrid-Atleti
Hoy he pensado en algo que nunca se me había pasado por la cabeza: ¿en qué momento de mi vida he estado más cerca de mi muerte? Lo dudo porque no es que haya tenido una vida repleta de peligros o emociones fuertes. Nunca me he roto nada, y sólo me han operado de apendicitis y hernia cuando apenas tenía 5 años... ah, y el quiste que me quitaron del brazo... El caso es que me he parado a pensarlo y no he llegado a nada claro. Porque hay momentos en los que eres consciente de estar más o menos cerca de la muerte por estar expuesto a algún peligro: cerca del andén del tren, estar al volante de un coche, coger un avión,... en definitiva, que aumente el campo probabilísitico de lo fatal. Pero también existen otros momentos en los que no eres consciente, pero te puede ocurrir algo sin que tú te lo guises ni te lo comas, como alguna disfunción no prevista en tu organismo, un terremoto o que te ponga ETA una bomba... Se me ocurren infinidad de motivos en ambos casos. Pero como digo, mi vida no se ha caracterizado por ser un cúmulo de emociones ni situaciones peligrosas para mi vida. Pese a ello, he pensado en el día que se me cruzó la vaca cuando llevaba mi entonces flamante R-11 a 110 por una carretera convencional de noche y acabé en la cuneta. O cuando me caí de aquel columpio de cabeza y terminé con aquella herida tan fea... en el brazo. Y poco más.
Lo que es innegable es que la vida va inexorable hacia un único final: la muerte. ¿Más tarde o más temprano? Quien sabe. Lo único que puedo decir es que me sigue dando vueltas el tema en la cabeza, y más aún mientras paro de escribir para apurar lo poco que queda del cigarrillo, al cual miro, en esta ocasión más que nunca, como un enemigo a batir... Preferiía que mi camino fuera lo más largo posible, pero hay cosas que te hacen apretar el paso hacia ese destino, y el tabaco es una de ellas...
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