Blogia
castelar

Mirando atrás

Día 08-02-04
Fase del día: Día
Meteorología: Primaveral
Meteorología anímica: Normal
Escuchando: El Carrusel Deportivo

Escuchando el Carrusel, tras un día en el que el padre de Fifi ha estado haciendo cábalas acerca de la futura instalación eléctrica de nuestra casa. No lo ha visto muy bien, por lo que habrá que abrir rozas. Menos mal que no se ha pintado nada... si no nos da algo. Ya están de camino hacia Granada, contentos por haber cumplido por ese obligado trámite de conocer a los padres del novio de su niña, y contentos por haber visto la futura morada de su nenilla.

Ahora me da por mirar para atrás. Siempre me ha gustado, pero últimamente tan sólo pienso en el futuro, en cuándo narices me veré por fin en mi casa con ella. Y he vuelto a las congratulantes andadas porque viendo a mis padres hablar con los suyos de cosas tan impensables hacía nada de tiempo de vidas en común y bodas (puedo asegurar que en otra ocasión me hubiera gustado que la tierra me tragara, pero ayer no) me he acordado de que hace un año yo y esa niñita éramos simplemente compañeros de trabajo que compartíamos alguna que otra conversación, aprovechando la oportunidad que me brindaban mis requerimientos profesionales, ya que un tramitador de central necesita documentos que sólo en las sucursales te pueden conseguir. Por eso cada vez que la llamaba, nos enfrascábamos en una conversación de buen rollito, que me hacía pensar lo majísima que era esa criatura. Luego me mandó unas fotillos, ví lo hermosa que era. Poco después vino a Madrid con otras compañeras y nos conocimos, estando yo con mi anterior pareja, y me quedé muy prendado de ella (esto no debe malinterpretarse...). Y después vino todo lo demás, tras devolverla la visita, en Granada, ya sin mi anterior pareja, en esa discoteca, en ese hostal. Y desde entonces, todo ha ido a una velocidad vertiginosa, casi desquiciante... Por eso, ayer nos mirábamos y el brillo de nuestros ojos y aquellos escuetos "no me lo puedo creer" rememoraban esas conversaciones telefónicas que de un modo u otro han unido nuestras vidas.

La vida es un cúmulo de situaciones, vivencias y aleatoriedades. Aprovechar las circunstancias que surjen de esa marea de casualidades es difícil, pero sin duda no se deben dejar escapar cuando las tienes al alcance de la mano. A mí me vinieron ese 12 de abril de 2003 y ahora me veo así, feliz. Feliz. Feliz...

0 comentarios