Me da algo...
Día 08-01-04
Fase del día: Noche
Meteorología: Frío
Meteorología anímica: Cardiaco, histérico, confundido,... pero muy exultante y muy feliz!!!!
Escuchando: Eternal mourning - The resident sadness - "A different instinct"
Voy al grano. Acabo de hablar con Fifi y me ha comentado la posibilidad de que se venga a vivir conmigo a mi pisito, una vez esté plentamente aposentado en él. Lo ha meditado, va a echar curriculums y puede que de aquí a un indeterminado pero espero que no muy largo periodo de tiempo podamos lograr nuestro objetivo: estar juntos. Suena muy idílico. Porque lo es. Se une un poco todo: que yo me voy solo, que ella no está muy agusto en su trabajo en Granada, pero sobretodo que nos queremos, y esa distancia que nos separa tiene que desaparecer de una vez por todas. De ahí que esté, aparte de enormemente contento, histérico, cardiaco y extrañamente confundido. Lo de cardiaco e histérico es lógico. Lo de extrañamente confundido tiene que ver por el hecho de no poder asimilar tantos cambios en tan escaso periodo de tiempo. De estar "empapado" y "abuelizado" a poder disfrutar de tus ratos libres solito en tu casa. Y de golpe no solo solito, sino acompañado de la persona que más quieres en este mundo. Uffffff!
Pero yo, netamente negativo, tengo que poner siempre "peros", en este caso minimizados al máximo por lo novedoso y maravilloso de la noticia: la familia. En cuanto a la mía, por las inevitables reacciones, imprevisibles a todas luces. Tradición cristiana habemus. Pero sobre todo, y en otro sentido, por la familia de ella, por sus padres y su hermano. Sobretodo éste último. Me siento muy responsable de quitarles la luz de esa casa, de robarles un trozo muy importante de sus vidas, de extirparles un órgano de su cuerpo. Supongo que lo entenderán, aunque será muy duro para ellos. No estar con Fifi es una condena muy amarga. En cualquier caso que no les quepa la menor duda de que la verán a menudo. De eso me ocupo yo.
Pero tengamos los pies en la tierra. Tienen que ocurrir muchas cosas todavía. Desde que me vaya (espero que en febrero) hasta que Fifi encuentre trabajo aquí. Aunque el paso está dado, y no vamos a desperdiciar por nada del mundo la oportunidad. Porque lo repitiré ésta y mil veces más si es preciso: nos queremos con locura.
Fase del día: Noche
Meteorología: Frío
Meteorología anímica: Cardiaco, histérico, confundido,... pero muy exultante y muy feliz!!!!
Escuchando: Eternal mourning - The resident sadness - "A different instinct"
Voy al grano. Acabo de hablar con Fifi y me ha comentado la posibilidad de que se venga a vivir conmigo a mi pisito, una vez esté plentamente aposentado en él. Lo ha meditado, va a echar curriculums y puede que de aquí a un indeterminado pero espero que no muy largo periodo de tiempo podamos lograr nuestro objetivo: estar juntos. Suena muy idílico. Porque lo es. Se une un poco todo: que yo me voy solo, que ella no está muy agusto en su trabajo en Granada, pero sobretodo que nos queremos, y esa distancia que nos separa tiene que desaparecer de una vez por todas. De ahí que esté, aparte de enormemente contento, histérico, cardiaco y extrañamente confundido. Lo de cardiaco e histérico es lógico. Lo de extrañamente confundido tiene que ver por el hecho de no poder asimilar tantos cambios en tan escaso periodo de tiempo. De estar "empapado" y "abuelizado" a poder disfrutar de tus ratos libres solito en tu casa. Y de golpe no solo solito, sino acompañado de la persona que más quieres en este mundo. Uffffff!
Pero yo, netamente negativo, tengo que poner siempre "peros", en este caso minimizados al máximo por lo novedoso y maravilloso de la noticia: la familia. En cuanto a la mía, por las inevitables reacciones, imprevisibles a todas luces. Tradición cristiana habemus. Pero sobre todo, y en otro sentido, por la familia de ella, por sus padres y su hermano. Sobretodo éste último. Me siento muy responsable de quitarles la luz de esa casa, de robarles un trozo muy importante de sus vidas, de extirparles un órgano de su cuerpo. Supongo que lo entenderán, aunque será muy duro para ellos. No estar con Fifi es una condena muy amarga. En cualquier caso que no les quepa la menor duda de que la verán a menudo. De eso me ocupo yo.
Pero tengamos los pies en la tierra. Tienen que ocurrir muchas cosas todavía. Desde que me vaya (espero que en febrero) hasta que Fifi encuentre trabajo aquí. Aunque el paso está dado, y no vamos a desperdiciar por nada del mundo la oportunidad. Porque lo repitiré ésta y mil veces más si es preciso: nos queremos con locura.
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