Blogia
castelar

Madrugón y a Lugo

Día 18-11-03
Fase del día: Noche
Meteorología : Despejado y frío
Meteorología anímica: Nerviosillo
Escuchando: After forever - Prison of desire - "Black tomb"

Solo de pensar la paliza que me espera mañana me dan los siete males: avión a las siete y media,lo que supone levantarse cuando todavía están poniendo las calles, luego en A Coruña, taxi hasta lugo, presentación con la gente de la sucursal y a currar, que sólo tengo ese día, el siguiente y la mitad del viernes... Mucho tema para tan poco tiempo. Menos mal que a la vuelta es fin de semana, aunque pensándolo bien, la descarga de tensión que supone comentar a los compañeros lo acontecido en la visita también me gusta. Tendré que esperar al lunes, no obstante.
Así me he pasado el día entero, pensando en mañana, en estos tres días que tengo por delante de trabajo sin descanso y a la expectativa sobre las reacciones del personal ante las conclusiones del mismo. El tema de la auditoría tiene estas cosas. Buen trato de cara, pero pitido en los oídos en la ausencia. Qué le vamos a hacer. Lo comentaba con Fifi, el por qué de las personas en no aceptar de buen grado que alguien, que por otro lado lo único que hace es ayudar, le diga que se ha equivocado en esto o que según la normativa interna esto se debe hacer así y no asá. No solo no se acepta, sino que o bien se ponen a la defensiva, o niegan lo evidente, haciendo en algunos casos un ridículo espantoso. Luego, como digo, vienen los pitidos de oídos y las descalificaciones a la espalda. Como si no supieran que en muchas cosas los entiendo... El caso es que hay una falta de autocrítica en la gente brutal. Es una virtud que todos debieramos tener. Por ahí se empieza a ser humilde y mejor persona. Y a pensar más en los demás... y así sucesivamente, hasta llegar a un estado social de cuasi perfección. Pero no, es mejor echar balones fuera y en vez de reflexionar y mejorar, criticar y vilipendiar. Luego vuelves otro año y te encuentras con los mismos problemas, las mismas soluciones y las mismas malas caras...
¿Viene la palabra autocrítica en el diccionario? En el mío sí, desde luego. Hoy en la evaluación que hace mi superior de mí he dado buena prueba de ello. Oigo a otros compañeros de otros departamentos acerca de los resultados de las valoraciones que sus superiores sobre ellos realizan, y todo lo que indico más arriba se cumple. Yo, sin embargo, opto por exigirme a mí mismo más cada día, y a tomar los consejos que me dan como precisamente eso, consejos, no como críticas o ataques. Y a reconocerlo cuando hay que reconocerlo, coño, que no cuesta nada! Luego somos todos buenísimas personas y perfectos, e incluso tienes que oir a alguno con la suficiente caradura como para decir que "yo ante la situación X actuaría haciendo una reflexión para adentro, porque a lo mejor la culpa de que haya ocurrido Y es mía" (no os cuento la historia porque es larga, pero os puedo asegurar que la hace una persona que carece de esa virtud por completo...)
En fin, lo de siempre.

0 comentarios